La recuperación y reconstrucción de la economía europea después del COVID-19 será una enorme tarea para la Unión Europea, una tarea que requerirá decisiones difíciles. Para evitar la decepción y escapar de una nueva década perdida (como ocurrió después de la crisis financiera de 2008), será crucial no caer en la trampa de las soluciones y recetas fáciles, como pensar que con una pequeña cantidad de dinero público nuevo será posible, a través de «apalancamiento» y » adelanto», la movilización de un plan de 2 billones de euros para salir de la crisis. Para reconstruir la economía europea, será necesario aumentar entre el 7 y el 10% del PIB en dinero real, una cantidad entre 1 y 1,5 billones de euros. Sólo un esfuerzo así será realmente capaz de reactivar la economía europea. Creemos que es posible conseguirlo sin pedir nuevas contribuciones de los Estados Miembros.