Necesitamos urgentemente un proceso de insolvencia rápido, ágil y menos
costoso que permita gestionar el tsunami que se avecina. Este artículo propone
tres reformas para evitar la ruina de decenas de miles de pymes y autónomos y el
estallido de una crisis bancaria.
Recojo aquí de forma conjunta los dos artículos publicados en El Confidencial el 30 de enero (parte 1) y el 31 de enero (parte 2)